Este jueves 27 de agosto el estado Nueva Esparta recuerda el nacimiento de uno de sus más prolíficos compositores, cultor popular destacado y héroe de la resistencia cultural del oriente venezolano: Jesús "Chu" Ávila.
Este margariteño nacido en 1930 fue agricultor, marino y pescador, oficios que probablemente establecieron ese particular espíritu poético, que convirtió en incontables canciones como Rumbo a Oriente, El Guanaguanare (popularizada nacionalmente por Nancy Ramos a finales de los 70), Elegía margariteña, El gallo de Pascualita, Rauda-rauda, El mar, Nakarí y Cristo del pescador, entre muchas otras.
Pero Chu también se caracterizó por un inquebrantable compromiso revolucionario, que expresó en la defensa de los derechos de los cultores y creadores de la entidad, y, sobre todo en el desarrollismo salvaje que siempre amenaza con arrasar la belleza natural de las islas de Margarita y Coche.
En 2009, durante una de las pocas apariciones públicas que le permitieron sus complicaciones de salud, Ávila presentó un valioso manuscrito de denuncia y reclamo sobre el ecocidio al cerro de La Hermita en Los Robles, patrimonio paisajístico y cultural neoespartano: "Lo que hacen con el cerro es el arrase ecológico", dijo.
Su obra ha sido estudiada por expertos y tiene todavía causa un efecto importante en las nuevas generaciones de músicos y oyentes.
"Existe una gran diferencia entre un compositor y un cultor. El primero tiene la libertad para escoger la temática de su creación, pero el segundo tiene la raíz de su creación fundamentado en el pueblo. Jesús Ávila era un cultor porque marcó la manera del canto margariteño. Su poesía y su música están enraizadas con la cultura de este pueblo", expresó a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) el musicólogo Rafael Salazar.
"El mejor homenaje que le podemos dar a su memoria es dar a conocer su obra, difundirla, darle el espacio que merece y mantenerla vigente para las futuras generaciones, para que entiendan lo que significa ser margariteño. Él reflejó lo que es Nueva Esparta desde su más profundo sentimiento popular", sostuvo Alberto Beto Valderrama, uno de los más importantes músicos tradicionales margariteños en declaraciones a AVN.
Margarita también recuerda a Jesús Ávila porque en la década de los 70 fundó la agrupación Cuerdas Espartanas, que aún se mantiene en funciones, agrupación en la que como solista obtuvo gran reconocimiento.
Pero además, Chu tuvo una labor gremial trascendente. En 1982, fue uno de los fundadores de la Asociación Musical del estado Nueva Esparta, en la cual ejerció el rol de Secretario General por un lapso de ocho años.
Creadores como Jesús Ávila, quien nació hace 85 años, se transformaron en bastiones de resistencia cultural margariteña, en la memoria que se niega a morir bajo el peso del capitalismo.
Fuente: AVN
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