Decían que las mujeres que se bañaban en el mar en los días santos se convertían en sirenas. Hermosas y exuberantes mujeres que vistas por los marineros, a lo lejos, les invitaban a seguirlas y cada vez los alejaban más de su ruta, hasta perderlos en el mar.
Esa es la historia, pero eso de que encantaban a los hombres con sus canciones de dulce melancolía es una leyenda universal. Incluso hay una canción perteneciente al folclor neoespartano que dice:
La Sirena está en el mar,
canta muy serenamente,
el que la oye cantar
seguro tiene la muerte.
Sirena encantadora
¿Quién te pudiera pescar?
y librarte del peligro
de lo profundo del mar.
Tal vez nadie podrá librar estas dulces criaturas de las garras azules del Mar Caribe, pero sí librar la mágica letra de esta canción del hechizo que la ha envuelto por siglos, porque yo puedo dar testimonio de un hecho ocurrido el 04 de mayo de 1982. Como todos sabemos, el 04 de mayo se celebra el día de la Independencia de Margarita, que viene a ser el 19 de abril para Venezuela entera.
En el Colegio de Abogados de La Asunción se celebraba con toda solemnidad esa fecha. El famoso Orfeón Nueva Esparta, dirigido por el Profesor Julio Villarroel actuaba en el momento y entonaba la conocida melodía La Sirena. En el preciso momento en que el profesor pronuncia la frase “el que la oye cantar, seguro tiene la muerte” cayó del escenario con un infarto y allí dejó de existir tan eminente músico.
Yo fui testigo de esta tragedia porque me encontraba en el acto cultural. Después de la confusión del momento surgieron muchas conjeturas con respecto a esta muerte. ¿Simple casualidad? ¿Designios de la Providencia? ¿Magia que atravesó el Mar Caribe en los años duros del sometimiento? ¿Maldición que subyace en esta letra anónima?
Ángel Félix Gómez, 07 de diciembre de 2003 en "MARGARITA…MAGIA Y SOL" de Carmen Pérez Montero. Tomado de Margarita ayer y hoy.
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