Nadie, absolutamente nadie, asegura hoy en día haber conocido al Padre Gómez. Ni mucho menos dónde nació, ni dónde se crió ni dónde se educó. Pero por lo que decían los más viejos y ya desaparecidos, se presume que era español de pura cepa, por el porte y por la pinta.
Pero lo que sí se asegura es que habitaba en El Norte donde se desempeñaba como cura de almas de la Parroquia de Santa Ana. Que era el amo, o mejor decir, el dueño de todas las tierras que hoy se conocen como "La Rinconada de Tacarigua", y antes se conocieron como "Rinconada de Bauza" y primitivamente como "Rinconada de Gómez".
Se comenta con mucha insistencia, que el Padre Gómez fue un hombre bueno con los nativos, afable y campechano, aunque muy celoso con el cuido de sus tierras. Que a cualquier hora del día o de la noche se aparecía a pie o en bestia a vigilar sus pertenencias. Que para él era lo mismo que el sol estuviera caliente o nublado o que la luna estuviera clara o encapotada.
Ahora todo ha cambiado en La Rinconada de Tacarigua. Las tierras inclinadas han dejado de cultivarse y en las llanas lo hacen esporádicamente; pero siempre se asegura mirar al Padre Gómez, de día o de noche, tal y como fue en vida, por entre breñales, veredas y zanjones, vigilando sus tierras.
Pueda que nada de esto sea verdad, pero tampoco podemos oponernos a lo que ha dicho la gente...
Consejas y Leyendas Margariteñas - José Joaquín Salazar Franco (Cheguaco) - Tacarigua de Margarita 1989. Imagen inicial es referencial: Giovannianania.
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