La lexicografía margariteña es muy amplia. O es mejor decir, variadísima. Quizás en ninguna otra parte del país se usan tantos vocablos y tan diferentes expresiones para determinar una cosa o demostrar algo, como en la Isla de Margarita.
Hay palabras que significan cosas distintas; otras que su diferencia es poquísima, simplemente una letra o una ligera pronunciación para señalar especies o actos diversos. Hay otras que casi en nada se ajustan a su significación. Sólo a título de comparación o de mero ejemplo, podríamos referirnos a algunas de ellas, como: FAJINA, CAYAPA y GAYAPA.
FAJINA
En el argot popular margariteño, significa o significaba, -ya que la expresión ha caido un poco en desuso-, el trabajo colectivo que se efectuaba, mediante citación de las autoridades públicas, especialmente las ejecutivas y policiales, en todo lo relacionado con lo oficial, como limpieza y acondicionamiento de las carreteras y caminos o vías de penetración; limpieza de pozos públicos y todos los demás actos similares.
También se denominaba FAJINA el pago en efectivo que se hacía al encargado de tal actividad en calidad de multa o sanción, por no asistir personalmente o por medio de representante a dichos actos. Es decir, pagar la FAJINA significaba asistir a un trabajo colectivo oficial o su equivalente en efectivo por no asistir. A este respecto habían personas que pagaban por otro la FAJINA, o lo que es lo mismo, que iban en representación de alguien.
CAYAPA
Era el conjunto de personas que se reunían para llevar a cabo un trabajo colectivo o comunitario en su beneficio o en bien de otra u otras personas. Lo que equivalía a ayudar desinteresadamente. Se hacían las CAYAPAS con mucha frecuencia para las construcciones de las casas de bahareque. El saque y la transportación del barro. La búsqueda de las latas de monte y los bejucos, y el acopiamiento de la paja.
Igualmente se hacían, para la reparación de las vías hacia los conucos o sierras; la limpieza de tierras labrantías; las sementeras, deshierbas y repaso de plantaciones y recolección de cosechas; especialmente en beneficio de individuos necesitados o labradores enfermos o imposibilitados. A cada una de estas personas actuantes se les denominaba cayapistas y no gayaperos.
GAYAPA
Este vocablo muy parecido al anterior, tenía un sentido completamente diferente. Se entendía por GAYAPA, la reunión de varias personas con un propósito vil o villano, de hacer daño o maldad. Especie de agavillamiento. Equivalía a juntarse para agredir a alguien, para destrozar algo, exterminar alguna cosa inofensiva.
Y cuando esto sucedía se decía: actuaron en gayapa, lo gayapiaron o fulano es un gayapero, y quienes así actuaban merecían el desprecio público. Podemos decir que gayapero era como un derivado de juntarse con otros para hacer maldades. Mientras que el primero, se le pronunciaba con c y se le decía cayapista, al segundo se le hacía con g y le tildaba de gayapero, y de allí la diferencia.
También había o hay otros términos que quizás sí ya conoces:
FORASTERO
Se traducía, pueblerinamente, como individuo de otras latitudes que se había radicado definitivamente en la Isla, logrando formar familia e ingeniándose para conseguir honradamente su forma de vivir y hacerse digno y merecedor de la confianza pública.
NAVEGAO
Se le tiene como aquel que siendo también de fuera no se preocupa por establecerse definitivamente en la región, sino que constantemente iba y venía, teniéndosele como escurridizo y por lo tanto no digno de confianza. Estos términos, aunque han caído casi en desuso, no sería del todo malo que los conocieran las presentes y futuras generaciones.
José Joaquín Salazar Franco (Cheguaco) - Usos y costumbres tradicionales en Margarita (1986)
Imagen inicial: commons.wikimedia.org
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